
Washington.- Con una triplicación de su presupuesto anual de la noche a la mañana y una intensificación de la presión para aumentar las deportaciones, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) se apresura a expandir su espacio de detención para inmigrantes con estructuras temporales similares a tiendas de campaña, a pesar de las advertencias de seguridad.
Según informó este sábado The Wall Street Journal, los funcionarios de la administración de Donald Trump han identificado la limitación del espacio de detención como uno de los principales obstáculos que les impiden intensificar las deportaciones con la rapidez prometida por el presidente.
Esperan que la nueva partida de 45 mil millones de dólares para centros de detención hasta el final de su mandato les permita alcanzar las 100 mil camas para finales de año, frente a las aproximadamente 40 mil que tenían cuando Trump asumió el cargo.
El plan del ICE se detalló en varios documentos internos revisados por The Wall Street Journal y descrito por funcionarios de la administración familiarizados con la iniciativa.
La agencia está dando prioridad a las instalaciones de tiendas de campaña a gran escala en bases militares y cárceles del ICE, incluyendo un sitio de cinco mil camas en Fort Bliss en Texas y otros en Colorado, Indiana y Nueva Jersey.
Altos cargos de Seguridad Nacional, incluida la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, han expresado su preferencia por centros de detención gestionados por estados y gobiernos locales republicanos en lugar de empresas penitenciarias privadas, según el informe.
" Hemos tenido otros estados que están utilizando Alligator Alcatraz como modelo para asociarse con nosotros", dijo Noem en una rueda de prensa en Florida, sin nombrar a ninguno de los estados.