
Ciudad de México.- Un hallazgo microscópico encendió una alerta mayúscula en la frontera norte. Autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) detectaron por primera vez en su territorio una plaga agrícola desconocida hasta ahora, denominada Osbornellus salsus, dentro de un cargamento de hortalizas proveniente de México.
El descubrimiento, realizado durante una inspección rutinaria en el puerto fronterizo de San Luis, Arizona, ha activado medidas fitosanitarias de emergencia por el riesgo que representa la introducción de especies exóticas en los ecosistemas agrícolas del país vecino.
De acuerdo con información de El Financiero, el insecto fue localizado en un lote de radicchio mexicano. Los especialistas de CBP recolectaron el ejemplar y lo enviaron a un entomólogo del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS), organismo del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
Tras los análisis correspondientes, el Servicio Nacional de Identificación del USDA confirmó que se trataba de la primera vez que esta especie era interceptada en territorio estadounidense.
Aunque el cargamento fue inmediatamente retenido y devuelto a México como medida preventiva, el hallazgo puso en foco la vulnerabilidad del comercio transfronterizo agrícola, donde una sola plaga puede generar pérdidas millonarias o afectar la reputación exportadora de ambos países.
¿Qué es la Osbornellus salsus?
La Osbornellus salsus pertenece a la familia de los cicadélidos, pequeños insectos saltadores conocidos como “saltadores de hoja”. Se alimentan succionando la savia de plantas, árboles y arbustos, y algunas especies de este grupo pueden transmitir enfermedades vegetales, lo que las convierte en un riesgo potencial para cultivos comerciales.
Medidas inmediatas y cooperación binacional
Guadalupe Ramírez, directora de Operaciones de Campo de la Oficina de Tucson, destacó el trabajo de los agentes agrícolas:
"Los especialistas agrícolas de la CBP están altamente capacitados para detectar plagas dañinas. Realizan un excelente trabajo al determinar la admisibilidad de productos agrícolas”, declaró Guadalupe Ramírez, directora de Operaciones de Campo de la Oficina de Tucson.
Añadió que existe una estrecha colaboración con el USDA para “proteger al país de amenazas dinámicas y en constante evolución, como las plagas invasoras que podrían perjudicar los recursos agrícolas de Estados Unidos”.
Por qué preocupa este hallazgo
El caso subraya los riesgos latentes del comercio agrícola internacional, especialmente en la frontera México–Estados Unidos, una de las más activas del mundo en exportaciones agroalimentarias.
Solo en 2023, más del 60% de los vegetales frescos importados por Estados Unidos provinieron de México, representando miles de millones de dólares para ambas economías. Sin embargo, ese flujo constante también implica riesgos biológicos: una plaga no detectada puede desatar crisis agrícolas o provocar restricciones comerciales.
Las autoridades de ambos países han reiterado que reforzar los controles fitosanitarios no solo protege la producción estadounidense, sino también la confianza en las exportaciones mexicanas, fundamentales para el sector agroalimentario nacional.
Un contexto de vigilancia reforzada
El hallazgo de la Osbornellus salsus se suma a un panorama de mayor vigilancia fronteriza frente a amenazas biológicas. En meses recientes, se han detectado otros casos sensibles, como el del gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax), que también obligó a endurecer los controles sanitarios en cruces internacionales.
La detección oportuna de esta nueva plaga representa un recordatorio del delicado equilibrio que sostiene el comercio agrícola entre México y Estados Unidos: una línea que separa la prosperidad del riesgo, y donde incluso un insecto diminuto puede alterar el panorama de toda una industria.