
Uno llegó de Acapulco, otro viene de Tijuana. Ambos laguneros de Torreón. Se dicen de izquierda, y no cualquier ubicación tibia o acomodaticia en el espectro ideológico, sino ‘la verdadera’. De la que muerde. La que se sustenta en presuntas luchas sociales y estudiantiles (aunque nunca ganen alguna y solo sirvan para posicionar su nombre como idea de algo en la mente de un colectivo).
Con diferencia de años, ambos llegan a Coahuila para disputar la plaza vacante de “auténtico opositor y no esquirol del régimen estatal”. Legítimo. Garantizado. Va calado.
Se trata de Ricardo Sóstenes y Jaime Cleofas. De apellidos Mejía Berdeja y Martínez Veloz. De 57 y 71 años de edad respectivamente.
Alejados (no confundir con el romántico “exiliados”) de su suelo nativo por décadas por así convenir a sus intereses, con residencia y familia fuera del estado. En su día representantes locales en Guerrero y Baja California, además de federales por las mismas entidades.
Con historia política en el PRI, PRD y MC ambos. Coincidentemente ninguno ha tenido cabida en Morena cuando han intentado ingresar a la fuerza en su momento al ‘Movimiento’. Uno se apuntó como aspirante a candidato a Gobernador de Coahuila en 2022, y otro a la misma posición en Baja California, previamente, en 2019. No lograron penetrar en la esfera donde se toman las decisiones cupulares, y ambos acabaron con procedimientos disciplinarios en la Comisión Nacional de Honestidad (ajá) y Justicia de Morena como consecuencia de sus concernientes lances, al participar entonces como candidatos de todas formas, pero abanderando al PT y el PRD.
Vidas casi paralelas, con sus respectivos matices culturales y sociales.
Para el poder en turno, sin embargo, significan ‘viejos lobos de mar’ de formación priísta, con los cuales interactuar con más confianza y en un plano de seriedad pese a lo beligerantes que aparentan ser cuando les enfocan los reflectores, a diferencia de los novatos inexpertos de la nueva clase política que no son confiables para entablar con ellos acuerdos y negociaciones.
Sóstenes y Cleofas ofrecen más experiencia, en pocas palabras. Ahora bien, ¿se necesita? ¿Es acaso la experticia una condición sine qua non para transitar por la arena política?
En ese sentido, Alfonso Danao (32) ha sido desplazado aunque no depuesto en la coordinación estatal de Movimiento Ciudadano con el arribo de Cleofas como Delegado esta semana, y Diego del Bosque (35), desde tiempo atrás, es el objetivo a tumbar por grupos de Morena-PT, incluido el de Sóstenes, pues hay quienes piensan es mucho en juego como para dejarlo en manos de noveles (no imberbes, pues ambos jóvenes dirigentes partidistas lucen barba).
Los experimentados llegan en un momento donde las designaciones de nuevas candidaturas ‘de izquierda’ para próximos procesos electorales, se disputan entre personajes como Antonio Castro (30), Lupita Mandujano Jr. también conocida como Cecilia Guadiana (30), Alberto Hurtado (31), Hilda Licerio (32), Alejandra Salazar (33), Cintia Cuevas (33), Antonio Attolini (35) o Magaly Hernández, por citar a quienes ostentan un cargo público de elección popular menores de 40 años.
Es pronto para afirmarlo, no obstante se trata del escenario que prevalecerá en los próximos tres años: la disputa generacional desde la oposición (incluso desde dentro del régimen estatal con sus propias dinámicas) por impedir que en Coahuila (estado gobernado por Manolo Jiménez, 41 años) se afiance un relevo generacional más joven, y como sucesor en 2029 quede alguien de menor edad o equivalente al actual Gobernador, o peor aún (para su causa): una camada completa de jóvenes que desplace por seis años más a los veteranos y se consoliden por segundo sexenio consecutivo como grupo político en el poder.
No importa la ideología ni los proyectos. Es ‘edadismo’, simplemente.
A fin de cuentas qué es la política, sino la eterna lucha generacional entre los viejos que se resisten a dejar el poder, y jóvenes que no logran conquistarlo a su corta edad.
Cortita y al pie
En ese tenor, también asoma la patita Javier Guerrero García (66). Idéntica composición: lagunero de supuesta izquierda con pasado en el PRI, y alejado de Coahuila geográficamente.
Evaristo Lenin Pérez (58), sin alejarse de Coahuila en ningún momento a diferencia de los anteriores tres, es otro que agita la bandera.
Los cuatro se mueven, y lucran, en ese ámbito de cuasi ficción llamado “izquierda”. Piensan que ya les toca, como si fuera tanda, y han vuelto al estado “por sus fueros” (cuáles fueros, es la pregunta) “llamados” a rescatar Coahuila (¿llamados por quién, exactamente?).
La última y nos vamos
Trasnochados como Sóstenes, Cleofas, Lenin y JotaGé (252 años entre los cuatro) esperan el último tren a Palacio Rosa, contra un grupo de jóvenes que, antes de la irrupción de estos, ya se sentía muy empoderado y encaminado debido a su exposición reiterada en la agenda pública.
Entre ambos, por lo demás, disputarán los próximos Juegos del Hambre.