Por: Agencia Reforma
Washington.- Un examen de civismo más difícil. Un escrutinio más estricto de las redes sociales. Investigaciones en los vecindarios sobre el "carácter moral" de las personas.
La Administración Trump está levantando nuevos obstáculos para los residentes permanentes legales que solicitan la ciudadanía estadounidense como parte de un esfuerzo más amplio por endurecer un sistema de migración que, según funcionarios federales, se ha vuelto demasiado permisivo.
Las autoridades están reviviendo antiguos estándares de verificación y agregando nuevos requisitos que enfatizan la asimilación cultural y examinan con mayor agresividad a los solicitantes en busca de posturas "antiestadounidenses".
Joseph Edlow, director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, declaró recientemente que estaba "declarando la guerra" a cualquiera que quisiera naturalizarse pero "no quisiera asumir la responsabilidad de lo que significa ser realmente un ciudadano estadounidense".






