Nueva York.- El excentro de los New York Jets, Nick Mangold, una auténtica leyenda de la franquicia y querido por aficionados y compañeros por su actitud trabajadora y su carácter cercano, falleció a los 41 años debido a complicaciones derivadas de una enfermedad renal, anunció el equipo este domingo.
Su muerte ocurrió 12 días después de hacer un llamado público para conseguir un trasplante de riñón.
“Nick fue más que un centro legendario”, declaró el dueño de los Jets, Woody Johnson. “Fue el corazón de nuestra línea ofensiva durante una década y un compañero querido cuya liderazgo y dureza definieron una era del fútbol de los Jets. Fuera del campo, su ingenio, calidez y lealtad inquebrantable lo convirtieron en un miembro muy querido de nuestra familia extendida.”
El pasado 14 de octubre, Mangold reveló que había sido diagnosticado en 2006 con un trastorno genético poco común y que estaba recibiendo diálisis renal. En su mensaje, dirigido a las comunidades de los Jets y de Ohio State, pidió un donante de riñón, ya que nadie en su familia compartía su tipo de sangre O.
“No es fácil compartir este mensaje, pero quiero ser honesto sobre lo que me ha estado pasando con mi salud”, dijo entonces.
Mangold figuraba entre los 52 candidatos de la era moderna considerados para ingresar al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional.
Tras una destacada carrera universitaria en Ohio State, fue seleccionado en la primera ronda del draft de 2006 por los Jets, el mismo año en que el equipo eligió al tackle izquierdo D’Brickashaw Ferguson.
Conocidos como “Nick & Brick”, ambos lideraron una línea ofensiva que impulsó las apariciones en playoffs de 2006, 2009 y 2010, las últimas de la franquicia, bajo el mando del entrenador Rex Ryan.
“Es devastador. Un gran hombre, un gran joven”, dijo Ryan, ahora analista de ESPN, entre lágrimas. “En mi último partido como entrenador, él estaba lesionado, de verdad lesionado, y me dijo: ‘Voy a jugar este partido’. Y jugó. Así era él: fuerte, leal, increíble. Demasiado joven. Me duele mucho por su esposa y su familia.”
Conocido por su dureza y mente estratégica, Mangold se convirtió en uno de los centros más condecorados de la NFL: fue seleccionado siete veces al Pro Bowl y dos veces al primer equipo All-Pro. En 2009 fue una figura clave en la estabilidad del mariscal novato Mark Sanchez, guiando al equipo a dos finales consecutivas de la AFC.
Fue incluido en el “Ring of Honor” de los Jets en 2022. Durante su discurso, con su clásica gorra hacia atrás, abrió una lata de cerveza en el escenario, para el deleite del público.
Su resistencia legendaria lo definió: jugó cinco temporadas completas sin perder un solo partido, y solo se perdió cuatro juegos en sus primeros 10 años. En 2016, su última temporada, una lesión en el pie lo obligó a perder ocho encuentros.
“Nick fue un gran hombre en todos los aspectos… un compañero de equipo ejemplar y un amigo increíble… mi corazón está con su familia,” declaró el exmariscal de los Jets Ryan Fitzpatrick.
Tras ser liberado por los Jets, recibió interés de los Baltimore Ravens, pero decidió retirarse tras 11 temporadas, habiendo iniciado 164 de 176 partidos.
Residía en Nueva Jersey, donde trabajaba como entrenador asistente de fútbol americano en Delbarton School, en Morristown.
“Tienes la oportunidad de formar a muchachos para que se conviertan en hombres y enseñarles el juego del fútbol… pero también enseñarles un poco sobre la vida,” dijo Mangold al New York Post en 2024.
