
"Tron: Ares" la tercera entrega de la famosa saga de ciencia ficción. Pero lo que pintaba para ser un éxito terminó siendo un fuerte golpe para el estudio.
Ni los efectos visuales espectaculares ni la presencia de Jared Leto pudieron salvarla del fracaso. La película tuvo un presupuesto enorme, de entre 180 y 220 millones de dólares, y al sumar la publicidad, los costos superaron los 300 millones. Sin embargo, en taquilla mundial apenas logró recaudar unos 103 millones, lo que significa pérdidas de más de 130 millones de dólares para Disney, según reportes de GamesRadar y SlashFilm.
“Tron: Ares” intentó combinar el mundo digital con temas de inteligencia artificial, pero la historia no conectó con el público. Aunque la película tiene escenas visualmente impresionantes, muchos críticos coincidieron en que le faltó emoción, ritmo y un guion sólido. En Rotten Tomatoes, su calificación ronda el 53%, lo que refleja opiniones divididas. Algunos fans también sintieron que el carisma de Jared Leto no fue suficiente para revivir una saga que ya había perdido fuerza con los años.
El fracaso de Tron: Ares se suma a una racha difícil para Disney, que ha tenido varios tropiezos con sus producciones recientes. Analistas señalan que el estudio está apostando demasiado a los efectos y las franquicias antiguas, sin ofrecer historias nuevas o más cercanas a las audiencias actuales. Por ahora, el futuro de la saga está en duda. Lo que alguna vez fue un ícono del cine futurista parece haber perdido su encanto, aunque los fans más fieles esperan que Disney logre recuperar la magia del mundo digital que alguna vez hizo especial a Tron.
“Tron: Ares” prometía ser una experiencia épica, pero terminó apagándose antes de conectar con el público. Una lección más de que, en el cine, los efectos no bastan si la historia no emociona.