La capital coahuilense atraviesa una marcada escasez de gasolina Magna, situación que ha dejado a decenas de estaciones sin combustible y a cientos de automovilistas a la espera de poder cargar sus vehículos.
En estaciones pequeñas, con pocas bombas en operación, las filas han alcanzado hasta 15 metros de longitud, reflejo de la alta demanda y la poca disponibilidad del producto. Conductores, muchos de ellos trabajadores que dependen de su automóvil para sus actividades diarias, esperan con paciencia su turno. Sin embargo, quienes deciden buscar otra estación encuentran el mismo panorama: la gasolina verde escasea en toda la ciudad.
Ante la falta de Magna, numerosos automovilistas se han visto obligados a cargar gasolina Premium, cuyo precio más elevado representa un golpe directo a la economía familiar y laboral.
La irregularidad en el suministro se ha intensificado en las últimas semanas, derivada de retrasos logísticos y un consumo mayor al esperado, aunque también se mencionan otros factores que han contribuido a la crisis de abasto.
Hasta el momento, autoridades no han precisado una fecha para la normalización del servicio, por lo que los usuarios permanecen atentos a los reportes de disponibilidad en cada estación.
