
Este 4 de septiembre, los Guerreros de Club Santos cumple 42 años desde su fundación, misma que ha llenado de algarabía y júbilo a la región a lo largo de la historia, pero también de tristezas y fracasos.
No se olvidan los seis títulos que este club ha logrado durante su historia, siendo el primero en el lejano 1996, de la mano de Jared Borgetti, que, independientemente de que hubiera o no una posición adelantada, el gol contó y estalló los corazones de los aficionados guerreros en aquella fría tarde del domingo 22 de diciembre de 1996.
Los títulos veraniegos, ante Pachuca en 2001 con un equipo avasallador, en 2008, siendo los dominantes del Norte y en 2012, recuperándose del trago amargo de diversas finales perdidas, hacían creer que este equipo en poco tiempo, tendría un escudo “muy estrellado”, mismo que pasó de tener 4 a 6 estrellas doradas con la obtención de los títulos de 2015 de manera sorpresiva y 2018 con un futbol ofensivo y certero.
Pero de igual forma, los momentos oscuros han formado parte de este club, como aquella de diciembre del 2003, con la venta al empresario Carlos Ahumada, que terminó en incertidumbre ante los problemas extracancha del dueño, mismo que dejó al equipo en manos del SAT y que Grupo Modelo volvió a retomar para intentar reorganizar el rumbo ganador.
El más significativo de estos momentos, es aquel que le dio la vuelta al mundo un 20 de agosto del 2011, en un encuentro que parecía relativamente normal, en una “zona de guerra”, se desató una balacera al exterior del TSM, lo que generó pánico y miedo a jugadores, cuerpo técnico, aficionados y medios de comunicación que estaban ahí presentes, además de que el equipo se volvió tendencia a nivel internacional por este hecho, que fue un parteaguas en la región lagunera.
Los albiverdes también tuvieron varias disputas de título que no terminaron de forma positiva, Tecos de la UAG, un par ante Toluca, Tigres, Monterrey Y Cruz Azul, los verdugos de aquellas tristes tardes, además de las finales internacionales en donde cayeron ante Rayados en 2012 y 2013, que forjaron carácter a la región.
La situación actualmente dista mucho de lo realizado en sus primeros 30 años de historia, teniendo actualmente a una de las plantillas más pobres dentro de la liga, rompiendo récords negativos y siendo sotanero en las últimas temporadas, pero, siempre con la idea de que el trabajo duro y el esfuerzo constante darán resultados positivos en un futuro próximo, buscando devolver las alegrías a la Comarca Lagunera como hace años, con un equipo que nació con el único objetivo, de vencer al desierto.