WhatsApp
Pronostico del tiempo
Puentes Internacionales
Twitter
Instagram
YouTube
Facebook

+

Ahora yo quiero más: Román; la parábola del espantapájaros en Torreón

El Alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, aplicó semanas atrás un cambio cosmético y semántico a la imagen propagandística del Municipio que expolia (muy distinto a decir ‘gobierna’), y ahora el eslogan correspondiente a la Administración 2025-2027

  • 10

Nadie se dio cuenta y de hecho a ninguno importa, pero en un episodio más de aquellas guerritas intestinas e infantiles que suelen protagonizar los políticos que se quedaron en la etapa oral Freudiana, el Alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, aplicó semanas atrás un cambio cosmético y semántico a la imagen propagandística del Municipio que expolia (muy distinto a decir ‘gobierna’), y ahora el eslogan correspondiente a la Administración 2025-2027 luce personalizado como si fuese él quien mandase un mensaje.

Dice, textualmente, “Ahora yo (te) quiero más”.

Durante su mandato pasamos del “Torreón siempre puede” (2022-2024), al “Torreón siempre puede más” (enero a julio 2025), al “Ahora yo (te) quiero más” (julio-agosto 2025).

Esa evolución (o involución, según se vea) pareciera una nimiedad aunque no lo es en los hechos. Como el pronombre “te” fue minimizado para que no se lea y quede escondido entre las otras palabras que le acompañan, las cuales poco importan en su significado, el tema de fondo es que después de un periodo 2022-2024 caracterizado por el desvío y malversación de recursos municipales en cantidades millonarias que superan varias centenas durante su gestión -ampliamente difundido en este mismo espacio a detalle-, cínicamente confiesa el Edil de La Perla de La Laguna: “quiero más”.

Y lo quiere “ahora”, ya que se le acaba el tiempo. Sin máscaras, directamente él, amparado en la primera persona del “yo”, como si se tratase de una declaración de intenciones.

La frase puede tratarse de un ardid para forzar una negociación, dificultarla o entramparla, un blofeo como en el póker para que sus adversarios suban su apuesta, o un pulso para medir fuerzas y picar el orgullo a terceros. Incluso ‘acalambrar’ al objeto de su deseo personal (desde su expectativa, pues la contraparte, evidentemente, pensará distinto).

En política no hay coincidencias, y frecuentemente la forma es fondo, citando el clásico aforismo de Jesús Reyes Heroles.

Como respuesta a la pretensión de Román, no obstante, una serie de acciones concatenadas llevó esta semana, a 232 días de iniciado el segundo trienio consecutivo en Torreón, a la circunstancia de remover por lo menos a tres titulares de dependencias municipales del organigrama que tienen entre sus atribuciones legales el ingreso y manejo de recursos: Tesorería, Tránsito y Vialidad, y la Secretaría del Ayuntamiento.

Todas las que requieren el aval del Cabildo.

De concretarse las remociones y defenestraciones que ayer mismo confirmó el Alcalde a efectuarse bajo el amigable y ambiguo concepto “enroques” el próximo fin de semana, con personajes que no son de su confianza y complicidad, no sólo habrá sido maniatado, sino también alejadas de su alcance las tentaciones presupuestales: no más multas por cobrar, ni permisos o licencias por adjudicar discrecionalmente, ni adjudicaciones o licitaciones a modo. Ese tipo de movimientos, además, repercuten indirectamente a Obras Públicas, Desarrollo Social y Servicios Públicos Municipales también, como vehículos estos últimos para la ejecución y transferencia de partidas.







Cortita y al pie

Previamente, a principios de mayo, se había consumado el cambio de mando en la dirección de Seguridad Pública Municipal, posición que fue ocupada con un elemento de orientación policial hacia la capital de Coahuila.

Ambos sucesos, con una diferencia de tres meses entre sí, suponen que sin dinero ajeno y sin el monopolio de la fuerza pública a su disposición, es decir, sin la zanahoria y el garrote como medios para empoderarse y avanzar, el Presidente Municipal sea ya un espantapájaros en un campo de cultivo: ahí está, sigue ahí al frente, empalado y a la vista de todos, como un sujeto inanimado que ocupa un lugar en el espacio, sin embargo nada puede hacer para sacudirse a las aves que rondan la cosecha y se posan en él.







La última y nos vamos

En ese sentido, lo único que le resta es caer eventualmente. Por el desgaste propio, o por que lo arrojen las fuerzas de la naturaleza. Al tiempo.

Publicación anterior Shakira hace vibrar Torreón con su “Las mujeres ya no lloran World Tour”
Siguiente publicación
Entradas relacionadas
Comentarios
  TV en Vivo ;