
Agencia Reforma | Ciudad de México.- El contrabando de combustible de Estados Unidos a México, conocido como "huachicol fiscal", es una compleja cadena de complicidades favorecida por la impunidad.
El uso de barcos, ferrocarriles, pipas, tanques de almacenamiento y redes de gasolineras se realiza con complicidades de privados y autoridades, o mediante la contratación de servicios, a través de empresas fachada que operan en la formalidad.
"Utilizan empresas fachada o tratan, por ejemplo, si alguien ya está importando hidrocarburo, sobornar a algún empleado para que, dentro de esa importación, pues meta parte del hidrocarburo ilegal que ellos están metiendo", explicó Sergio Reynoso, representante de Canacintra ante el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Hidrocarburos, Petróleo y Petroquímicos (CCNNHPP).
Francisco Rivas, presidente del Observatorio Nacional Ciudadano, dijo que el huachicoleo que ahora se observa es resultado de la impunidad que ha imperado en México.
"El huachicol, como todos los delitos, va a estar sujeto a modificaciones, en la medida en la que alguien se dé cuenta que hay un área inexplorada que puede desarrollarse, que no está siendo combatida, en donde hay complicidades y en donde hay un gran ingreso económico", explicó.
" Es mucho más sofisticado respecto a, simple y sencillamente, el perforar un ducto y sustraer el hidrocarburo, porque aquí, requieres primero de toda una logística y de un apoyo evidentemente de complicidad, complicidad corrupta en aduanas y con las autoridades que controlan la seguridad fronteriza", añadió.
Los soportes financieros y bancarios y los permisos para adquirir combustibles en Estados Unidos pueden conocerse, pero no se indagan; lo mismo que la renta de barcos o pipas para la logística de distribución, así como los financiamientos de empresas que operan con impunidad, indicaron expertos.