El senador Luis Fernando Salazar no se guardó nada contra Román Alberto Cepeda. Le recordó que hace apenas tres meses pidió al Cabildo endeudar a Torreón por 60 millones de pesos con el argumento de resolver la crisis hídrica “urgente”. La premura —dice— nunca fue el agua, sino robarse el dinero. Y ahora, al finalizar agosto, resulta que ya no urge. ¿Por qué? Porque Cepeda ya no manda, porque el municipio está intervenido y porque los recientes cambios en su gabinete lo exhiben como un alcalde sin control, corrupto y sin rumbo. Todo eso le dijo Luis Fernando y además lo comparó con la Chimoltrufia: dice una cosa, luego otra y al final hace lo contrario.
Unanimidad
Hubo unanimidad en el Cabildo de Torreón para formalizar la llegada de Eduardo Olmos Castro a la Secretaría del Ayuntamiento. El respaldo fue total y la señal política no pasa desapercibida: en lo político se avecinan tiempos de mayor orden.
La expectativa es alta, porque Olmos llega con el aval del gobernador Manolo Jiménez y con un historial que lo respalda: ex secretario de Desarrollo Regional de la Laguna, ex alcalde de Torreón, ex líder del Congreso del Estado y operador político de oficio. Su presencia promete equilibrio, lo cual, por el desorden que hay en el Ayuntamiento, no es asunto menor.
Con Lalo Olmos, todo indica que la política volverá a tener cause.
Por la puerta trasera
Hasta el último momento, José Ganem aprovechó la sesión de Cabildo de su despedida como secretario del Ayuntamiento para hacerle honores al teatro político: lanzó un par de indirectas al diputado Antonio Attolini; le dijo que al denostarlo sólo trató de ganar reflectores. “El Bachiller” también hizo notar un nudo en la garganta y, al finalizar, fiel a su estilo, salió por la puerta trasera del salón de sesiones, no sin antes llevarse el abrazo de Acatempan de la síndica Natalia Fernández, la más feliz con su salida. De ese tamaño cerró un capítulo más en la novela trágica del Ayuntamiento de Torreón, en la era de “Robán”.
50 años en activo
El general de División Eufemio Ibarra Flores es el militar en funciones con la trayectoria más longeva en las filas del Ejército Mexicano. Cumplió 50 años de servicio, lo cual fue motivo de una ceremonia especial en las instalaciones del 33 Batallón de Infantería en San Pedro, donde también tiene sede la 11 Brigada de la Policía Militar.
El gobernador Manolo Jiménez no escatimó en reconocimientos y agradecimientos para el general Ibarra Flores, quien se encuentra al frente de la 11 Región Militar. Con el gobernador y el general estuvo el titular de la Fiscalía General del Estado, Federico Fernández.
Huella indeleble
Con la parroquia de San José a reventar, la despedida con misa de cuerpo presente para el padre Gerardo Zatarain fue reflejo de su vida: cercana, alegre y sencilla. Con guitarra, sotana con vivos del Santos y siempre una sonrisa, construyó comunidad más allá de lo religioso. A sus 73 años y tras 44 de sacerdocio, el llamado “Padre del Barrio” fue despedido por cientos de feligreses en una ceremonia que encabezó el obispo de Torreón, Luis Martín Barraza.
