La Casa del Anciano de Torreón se prepara para celebrar a sus residentes durante todo el mes de agosto, en el marco del Mes del Adulto Mayor.
Con una agenda repleta de actividades que buscan llevar alegría y bienestar a los 100 abuelitos que residen en el asilo, la institución ha hecho un llamado a la comunidad para solicitar apoyo, especialmente con la donación de pañales.
"Queremos que todo el mes se la pasen muy bien", comentó Carmen Sedano Ponce,
voluntaria de la institución, quien ha dedicado 32 años de su vida a trabajar en el lugar.
Las actividades programadas para este mes incluyen actividades recreativas y lúdicas, competencias especiales en las que los abuelitos, algunos con bastón o en silla de ruedas y donde al final, todos reciben medallas, lo que les brinda una gran alegría y sentido de logro.
Ademas, una psicóloga del asilo proyecta imágenes y comparte información sobre diferentes países, sus costumbres y tradiciones, permitiendo a los residentes "viajar" sin salir del asilo.
Así mismo, se llevarán a cabo diversas pláticas y eventos culturales para mantenerlos activos y entretenidos.
"Son personas muy valiosas, han trabajado mucho aquí en Torreón y merecen mucho agradecimiento de nosotros"
Una de las necesidades más apremiantes de la Casa del Anciano es la donación de pañales, ya que se requieren aproximadamente 500 pañales diarios para cubrir las necesidades de los 100 residentes.
La institución, a pesar de los altos costos, ha logrado mantenerse a flote gracias a la generosidad de la comunidad.
"Gracias a Dios, la gente de Torreón siempre nos responde"
El objetivo de hacer pública esta información a través de los medios de comunicación es no solo dar a conocer la labor del asilo, sino también sensibilizar a la población sobre la situación de abandono que enfrentan algunos abuelitos, llegando incluso a ser dejados en la puerta del lugar sin previo aviso.
La Casa del Anciano invita a toda la ciudadanía a unirse a esta causa, ya sea donando artículos de primera necesidad o simplemente acudiendo a conocer las instalaciones y el trabajo que realizan las madres, quienes se esfuerzan por brindar la mejor atención física, mental y espiritual a los residentes.
También, se hace un llamado para que la ciudadanía “adopte” a alguno de los residentes y pase tiempo de calidad con ellos, incluso pueden sacarlos de la institución y llevarlos a pasear, con el único objetivo de brindarles amor.
