
En Torreón, el chismerío político de este miércoles fue la encuesta que desde temprano circuló con supuestos datos de intención de voto en los distritos locales. Para muchos, sobre todo priístas, aquello no pasó de ser una travesura, pero levantó cejas por los nombres que aparecen a la cabeza en los distritos 8 y 9: Antonio Hernández, “Toñito”, y Jesús Sotomayor, “Chuyito”, ex director de Desarrollo Económico en el ayuntamiento y subsecretario de la Secretaría de Desarrollo Regional de la Laguna, respectivamente.
Según el documento, en el Distrito 10 la candidatura estaría entre Felipe González y Hugo Dávila, mientras que en el 11 se mencionan a Olivia Martínez, Xavier Herrera y Karla Centeno. Y en el Distrito 9 también aparece nada menos que Ernesto Cepeda Bremer, uno de los hijos de “Robán”. En este caso, con tanto negocio a costa del erario, por recursos no pararían. ¡Imagínense!
Caras y gestos
A propósito de la encuesta de supuestas preferencias para candidatos a diputados locales, quien se quedó helado, nos dicen, fue Ariel Martínez Mendoza, jefe de Gabinete en el ayuntamiento. No sólo no aparece en la lista, sino que en el Distrito 8 está a la cabeza “Toñito” Hernández, aquel a quien —según versiones— le tocó dar la noticia de su despido en medio de la ola de cambios en el gobierno de “Robán”. Algunos aseguran que fue enviado, otros que él mismo se ofreció para dar el recado. Ahora resulta que Toñito aparece arriba en la encuesta y Ariel, ni sus luces… a lo mejor de suplente. ¿Casualidad o ajuste de cuentas disfrazado de sondeo?
‘Moches’ espectaculares
El pleito por el “moche” entre el área de Servicios Especiales de Vigilancia, Espectaculares, Espectáculos y Alcoholes, bajo el mando de Cristian González, y la Dirección de Inspección y Verificación, a cargo de Pablo Fernández Llamas, no se limita a las quintas donde la música en vivo a todo volumen no deja dormir a los vecinos. También alcanza a los dueños de anuncios espectaculares.
En el papel, esa área corresponde a Cristian González, pero hace unos días, cuando sus emisarios llegaron a cobrar, se toparon con que enviados de Fernández Llamas se les habían adelantado.
No hay a cuál irle, pero la pregunta es quién manda y a quién le toca la tajada. Lo único claro es el desorden dentro del ayuntamiento que todavía encabeza “Robán”.
Pretexto perfecto
No fue difícil para Román Alberto Cepeda González ordenar el cierre de accesos a Torreón por vados y otros puntos que comunican con Gómez Palacio. Los hechos de violencia en la vecina ciudad le dieron el pretexto perfecto para reforzar la frontera del río Nazas. Pero la decisión no sorprende: el todavía alcalde ya había hablado en términos despectivos de Gómez Palacio, atribuyéndole a su gobierno, a sus conflictos e incluso a la población las malas calificaciones de Torreón en percepción de inseguridad.
A mediados de año, esto último le valió un revire de los vecinos, entonces bajo el gobierno de la priísta Leticia Herrera.
Así, lo que muchos interpretan como una medida preventiva para que la violencia no cruce el río, también tiene un trasfondo político y personal.