
Ciudad de México.- El piloto neerlandés Max Verstappen volvió a sorprender al mundo del automovilismo al imponerse en su debut en la categoría GT3, ganando nada menos que en el mítico Nürburgring, durante la prueba 4h Barbarossapreis. Todo esto mientras continúa en plena lucha por el título de la Fórmula 1, donde sigue siendo el gran protagonista de la temporada.
En compañía de su compañero Chris Lulham, Verstappen completó una actuación impecable en el circuito conocido como el Infierno Verde. Conducía un Ferrari 296 GT3 del equipo Emil Frey Racing y, pese a la dificultad de la pista y la fuerte competencia de Aston Martin y Audi, demostró una vez más su capacidad para adaptarse a cualquier disciplina del automovilismo.
Una victoria de impacto en el “Infierno Verde”
La clasificación previa no fue sencilla. La lluvia complicó los tiempos y relegó a Verstappen a largar desde la tercera posición. Sin embargo, al llegar a la primera curva de la carrera, mostró su talento con una maniobra precisa que lo catapultó al primer lugar. Desde ahí, el ritmo demoledor del neerlandés controló la competencia con autoridad.
Durante poco más de dos horas al volante, Verstappen mantuvo un paso firme y constante. Cuando entregó el auto a Lulham, lo hizo con una ventaja de 1 minuto y 10 segundos, lo que permitió a la dupla gestionar cómodamente el resto de la prueba. Su dominio fue absoluto, logrando completar las 28 vueltas del recorrido de 24 kilómetros sin ceder la primera posición.
El resultado final colocó a la pareja Verstappen–Lulham en lo más alto del podio, superando a los dos Ford Mustang GT3 del equipo Haupt Racing, que ocuparon los siguientes lugares. La actuación del neerlandés refuerza su imagen de piloto multifacético, capaz de triunfar en diferentes categorías con apenas horas de adaptación.
Verstappen entre el GT3 y la lucha por el título de F1
Con esta victoria en su debut, Max Verstappen suma una nueva experiencia en su palmarés, dejando en claro que al volante es siempre rival a vencer, sin importar la categoría. Su desempeño en Nürburgring no solo es una muestra de talento, también es un recordatorio de que la velocidad y el control son parte de su ADN competitivo.
El neerlandés no se detiene. Tras la aventura en Alemania, regresará de inmediato a su agenda principal: el Gran Premio de Singapur de Fórmula 1, donde buscará seguir recortando puntos y acercarse al campeonato de pilotos. Aunque hoy la ventaja apunta hacia Óscar Piastri, Verstappen mantiene vivas sus aspiraciones de remontar en el tramo final de la temporada.
Para los fanáticos, el triunfo en Nürburgring es una nueva demostración de la grandeza de un piloto que no conoce límites. Ya sea en un monoplaza de Fórmula 1 o en un GT3, Verstappen confirma que es uno de los talentos más completos y dominantes del automovilismo moderno.