
Saltillo, Coah.- PlayStation enfrenta una nueva controversia en México tras una queja presentada ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), motivada por la manera en que la compañía presenta los precios en su tienda digital. Usuarios han señalado que los juegos y servicios se muestran en dólares estadounidenses, una práctica que se remonta a la introducción de PlayStation Network con la consola PS3.
La denuncia fue dada a conocer recientemente por el usuario de Reddit @magestick1, quien argumenta que esta política afecta a los consumidores mexicanos al no ofrecer claridad en los precios ni incluir impuestos, a diferencia de lo que ocurre con plataformas como Xbox o Nintendo.
Una relación complicada: Profeco y PlayStation
Esta no es la primera vez que la empresa japonesa entra en conflicto con Profeco. En 2020, durante el lanzamiento de la PS5, PlayStation canceló una promoción que ofrecía descuentos del 30 %, lo que generó múltiples quejas. En 2024, la autoridad invitó a los consumidores afectados a sumarse a una demanda colectiva que aún está en curso.
El nuevo reclamo ha generado reacciones divididas en redes sociales. Mientras algunos celebran que finalmente se tomen acciones formales contra lo que consideran una falta de transparencia, otros dudan que el panorama cambie, señalando que estas decisiones comerciales dependen de políticas internacionales más que de normativas locales.
Precios en dólares: un viejo reclamo
Desde la era de la PS3, los usuarios mexicanos han tenido que lidiar con precios en dólares en la PlayStation Store. A pesar de que México representa uno de los mercados más importantes para la marca en América Latina, la empresa no ha realizado ajustes para reflejar los precios en moneda nacional ni para incluir impuestos en el costo mostrado.
Hasta ahora, PlayStation no ha emitido ninguna postura oficial sobre la reciente denuncia, y se desconoce si realizará cambios en su tienda digital para alinearse con las leyes de protección al consumidor en México.
Mientras tanto, la queja continúa generando debate sobre la necesidad de reglas claras para las plataformas digitales que operan en el país, especialmente en un mercado tan activo como el de los videojuegos.